Tus marcas
Aili Chen
“Si digo agua, ¿beberé?/ Si digo pan, ¿comeré?” extracto de En esta noche, en este mundo de Alejandra Pizarnik “Azar”, “Misterio”, “Gracias”. La escritura parece extenderse sobre la ausencia de una entidad, sobre el vacío significante, como las dos caras...
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noviembre 2022 — febrero 2023
Miranda Bosch Gallery
“Si digo agua, ¿beberé?/ Si digo pan, ¿comeré?”
extracto de En esta noche, en este mundo de Alejandra Pizarnik
“Azar”, “Misterio”, “Gracias”. La escritura parece extenderse sobre la ausencia de una entidad, sobre el vacío significante, como las dos caras del signo lingüístico. Sin embargo, Aili Chen la trae como una existencia que solo y gracias a la pintura tuvo lugar. Se trata de la materialización, o verbalización quizás, de las sensaciones que fueron apareciendo junto con su pintura abstracta.
La palabra es geometría, dibujo, música y significante. En el universo de Aili Chen es una extensión de la mancha, es la marca poética que trae la abstracción, es la memoria de las acciones del cuerpo.
Los materiales, como las palabras, parecieran medios para llegar a un fin. Pero en esta serie de trabajos hubo un proceso diferente, donde el vínculo entre las partes es quien dicta la forma.
La técnica de la acuarela se caracteriza por requerir un lapso temporal específico, relacionado con el tiempo que lleva el agua evaporarse por completo. Agua y tiempo son así los elementos que hacen a la pintura de Aili Chen, simples y sutiles que sin embargo llevan consigo un comportamiento particular: la acuarela es también muy voluble. Si el papel es brilloso se resbala, si es grueso se afinca más velozmente, si es muy delicado puede atravesarlo. Es en este principio caprichoso de la técnica donde la artista se detuvo al comenzar a realizar esta serie. Se trata de una búsqueda basada en la observación del proceso, de la creación del vínculo entre los materiales, de la incorporación de su cuerpo de manera directa, sin personajes que moderen la narrativa. Su análisis se detiene en cómo un material vence sobre el otro, cómo expresan sus cualidades más fuertes y más débiles, y cómo este territorio se desenvuelve casi sin ella, con una mínima intervención y una máxima de intención.
Su pintura, así, se vuelve un espacio que enlaza el mundo visible con el mundo invisible. El vacío de la hoja se vuelve dinámico, un espacio donde operan las transformaciones.
Chen actúa sobre el vacío buscando una reacción, comprendiéndolo como un elemento actuante y en permanente proceso de transformación y crecimiento. En este proceso, la pintura constituye una manera de vivir, una serie de decisiones que originan un movimiento específico, oscuridades sobre blanco, extensiones de su cuerpo, una cartografía de la vida.
Clara Ríos, octubre 2022.
*sobre el trabajo en el taller y el encuentro con la obra, la artista escribe:
Cuando el brillo de la superficie acuosa sobre el papel me recuerda a un espejo, vuelco el azul y observo cómo el color y el agua se mezclan. Cómo el pigmento va penetrando los poros del papel, y como ya nada continúa igual, y ya nada se puede volver atrás, como el tiempo transcurrido, como la memoria del cuerpo.
El tiempo que el agua toma en evaporarse: la transformación, su marca.
En esa observación, me detengo y casi como deleitando un bocado exquisito de helado en mi boca, me dejo llevar por las sensaciones del cuerpo en ese momento. Y como si fueran aromas frescos de la tierra después de una lluvia, van flotando hacia la punta de los dedos, y salen de mi en forma de palabras escritas.
Ese encuentro es el nuevo trabajo que estoy compartiendo, aún con sus marcas frescas
ya forman parte de mi memoria física.
Aili Chen octubre 2022